2018(e)ko irailaren 18(a), asteartea

Despedida del Che a sus hij@s


Abian gara. Ikasturte berria dugu Mendillorri BHIn zein auzoan; un curso más para crear puentes entre las cuatro paredes del aula y todo un barrio con mil y una experiencias de las que aprender. En esta ocasión quiero dejaros con Che Guevara y las que serían sus últimas palabras para con sus hijas e hijos: "Crezcan como buenos revolucionarios, aprendan mucho". Izan gaitezen zintzoak, eta burua astindu!

Últimos consejos a su hija Hilda

Has de saber que sigo lejos y que estaré mucho tiempo alejado de ti, haciendo lo que pueda para luchar contra nuestros enemigos. No es que sea gran cosa pero algo hago, y creo que podrás estar siempre orgullosa de tu padre, como yo lo estoy de ti.
Acuérdate que todavía faltan muchos años de lucha, y aun cuando seas mujer tendrás que hacer tu parte en la lucha. Mientras, hay que prepararse, ser muy revolucionaria, que a tu edad quiere decir aprender mucho, lo más posible, y estar siempre lista a apoyar las causas justas. Además, obedece a tu mamá y no creerte de todo antes de tiempo. Ya llegara eso.
Debes luchar por ser de las mejores en la escuela, mejor en todo sentido, ya sabes lo que quiero decir: estudio y actitud revolucionaria, vale decir: buena conducta, seriedad, amor a la Revolución, compañerismo, etc. Yo no era así cuando tenía tu edad, pero estaba en una sociedad distinta, donde el hombre era el enemigo del hombre. Ahora tu tienes el privilegio de vivir otra época y hay que ser digno de ella.

Carta a su hija Hilda. Febrero 15 de 1967.
Ernesto Che Guevara. Obras. 1957-1967.
Tomo II. Pág 694. Casa de las Américas. La Habana, 1970.
Publicado en: Periódico EL MUNDO, 16 de octubre, 1967: 4C.
BOHEMIA, 59(42):99, 20 de octubre de 1967.


Carta a sus hijos e hijas


Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro ha sido leal a sus convicciones.
Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada.
Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la realidad más linda de un revolucionario.
Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un abrazo de papá.

Carta a sus hijos.
Ernesto Che Guevara. Obras. 1957-1967.
Tomo II. P. 696. Casa de las Américas. La Habana, 1970.

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